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En Conversación con Natalia Rodríguez, dueña del foodtruck La Raphaela

Realizadas el 19-08-2020 por Redacción

Esta semana hablamos con Natalia Rodríguez, dueña del foodtruck La Raphaela, sobre cómo llegó a la idea de abrir su negocio y cúal es su visión del presente y futuro del sector. Propone, ante todo, un cambio legislativo que permita a los foodtrucks operar en la calle para contarrestar los efectos del coronavirus. El foodtruck debe de establecerse en España todo el año, no solo en verano y eventos masivos.

  • ¿Cómo decidiste abrir un foodtruck y qué ideas te gustaría transmitir a través de tu negocio?

    En el año 2015 surgió la oportunidad de tener mi propio foodtruck. Era un momento ideal para mi y una tarea que podía compaginar con mi vida familiar. Desde adolescente había disfrutado de tardes con amigas y siempre las crepes estaban presentes en estas reuniones. Con la idea de montar mi propia crepería, diseñando cada rincón, cociendo cortinas y con cada detalle personalizado, empecé este proyecto con la posibilidad de tenerlo fijo en un espacio mágico como es el Mercantic, mercado de antigüedades en Sant Cugat del Vallés. Fueron dos años maravillosos, donde aprendi mucho del sector. No soy chef ni estudié cocina, pero mi foodtruck es como una casa de té con amigas, donde elaboro los postres que nos encantan en casa: batidos de frutas de temporada, helados de yogurt y todo aquello que te saque una sonrisa y sea un pequeño capricho.

    Desde hace 3 años me dedico a fiestas privadas, eventos de empresa, fiestas de pueblo, markets o propuestas personalizadas según el tipo de evento.

    Mi Raphaela es una pequeña cafetería y crepería móvil, buenísima por fuera y por dentro, llena de cosas ricas y que deja un hermoso recuerdo y sabor de boca.

    ¿Cómo decidiste abrir un foodtruck y qué ideas te gustaría transmitir a través de tu negocio?
  • ¿Cómo ves el sector de los foodtrucks en España?

    Lamentablemente, la normativa no ha evolucionado, y el "streetfood" aquí en España no se libera, no se entiende como un espacio itinerante, ideado para llegar a aquellos sitios donde no hay oferta gastronómica, o que puede enriquecer una zona, aportando variedad y calidad. Con la cantidad de industria y polígonos que tenemos aquí en Catalunya es increible que no nos permitan establecermos en zonas con gran densidad de publico y poquisima oferta de restauración. Vemos en las películas americanas como un foodtruck va rotando por los pueblos y las ciudades, en medio de un parque, en medio de la city. En realidad es comida de excelente calidad, elaborada al momento, que respeta el medioambiente, que cumple con todos requisitos sanitarios y no cambia el espacio en el que se detiene.

    Una prueba de ello es la buena acogida que tiene en cada fiesta mayor, en cada fiesta de final de curso. Pero hasta que no se flexibilicen algunos ayuntamientos, con rotundas negativas y dudosas excusas, estamos destinados a trabajar por temporadas, dependiendo de organizadores a veces abusivos, otras veces de decoración, y a seleccionar muy bien nuestro publico ideal. Yo estoy personalmente encantada de participar en cantidad de colegios, bodas, aniversarios, fiestas mayores. Y lamentando tener tantos meses al año sin poder trabajar debido a estas limitaciones.

    ¿Cómo ves el sector de los foodtrucks en España?
  • ¿Cómo has vivido la pandemia del coronavirus y qué oportunidades identificas en el sector?

    Del 1 de enero a mediados de julio no hemos podido trabajar ni un solo dia. Todos los eventos han sido anulados, los colegios han cerrado y las bodas han sido canceladas. Incluso en un espacio donde se puede mantener la distancia, donde ofrecemos el servicio a domicilio, uno de los pocos formatos que se aceptaron de venta de comida durante el confinamiento, no hemos logrado que se nos permita trabajar en la vía publica, ni siquiera con un calendario rotativo.

    Tras 6 meses sin poder trabajar, y pequeñas celebraciones de 30 personas máximo en casas particulares, auguran un mal futuro para el sector.
    La única salida, y el resurgimiento del sector del foodtruck, pasa por habilitar zonas donde aparcar y poder dar el servicio. Debe de ser un sistema rotativo y siguiendo las inspecciones o normativas que se requieran. Es además una fuente de trabajo para muchísima gente, y un negocio que se puede emprender con un coste relativamente bajo, en un momento en el cual los alquileres están altísimos, y la pandemia ha dejado a mucha gente sin trabajo.

    ¿Cómo has vivido la pandemia del coronavirus y qué oportunidades identificas en el sector?
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